Honestidad y consecuencia.

Ayer te bese, sin estar tú presente,
era otro cuerpo, con otros labios,
mis besos eran fríos sin sentido,
fue un letargo la noche sin ti.

¿Qué me hiciste?
¿Qué hago ahora?
No podré disfrutar porque si ya,
¿ahora tengo objetivos?
¿ahora se me acusa un destino?.

Ya estoy aquí, ya he estado en esto,
una vez más que fluya la vida,
una vez más, me lanzo de nuevo,
sin deseos, sin miramientos,
sólo con la firme convicción...

El lenguaje sólo sirve para mentir.

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