Sí.

Yo no sé de qué se trata todo esto,
sólo sé que no quiero que te vayas,
quiero que te quedes y me hables
y no me dejes ir de tus labios.

Que me beses despacio,
que no te importe nada
y a mi nada.

Siento cosas, pero no sé nada,
vivo en mi cabeza, discúlpame,
quiero, realmente, abrazarte.

Hace cuanto no cerraba los ojos para besar,
a los besos fríos ya me había acostumbrado,
a mis besos fríos, lacónicos, despejados.

Había muerto y no he resucitado.

No hay comentarios.: